Mindfulness: un camino milenario para aliviar el sufrimiento (segunda…

Tal como vimos en la primera parte de este artículo (y en otros anteriores relacionados al estrés), el problema no es el hecho de que la realidad sea cambiante, ni tampoco la respuesta organísmica de adaptación ante el cambio (que llamamos estrés), sino la forma en que nuestra mente se relaciona con todo ello.

La distorsión de la realidad que realiza la mente, ya sea rechazando o apegándose, es lo que genera dukkah, común y pobremente traducido como “sufrimiento”.

Piloto automático

Para ser más específicos, podemos decir que es la reactividad automática la que crea dukkah y que su vez esas reacciones generan más estrés, retroalimentando y perpetuando el ciclo del sufrimiento, al menos de tres formas:

  • Internalización: no pocas veces inhibimos aquello que estamos sintiendo porque no queremos sentirlo o no queremos expresarlo, entonces no hay ni la catarsis que genera el estado de ataque/huída ni la resolución a la situación externa que lo genera, sino sólo un deterioro interno físico, emocional y mental, que afectará también la conducta.
  • Afrontamiento desadaptativo: las conductas impulsivas y agresivas atentan contra la propia persona, su entorno y relaciones interpersonales. Por otro lado, la sabiduría organísmica busca restaurar el equilibrio y el bienestar, pero de formas dañinas, a través de medicamentos, drogas, alcohol, tabaco, cafeína, comida, etc. y diversas adicciones al sexo, redes sociales, compras, juego, enamoramiento, adrenalina, etc.
  • Enfermedad: con el estrés crónico se ven involucrados y alterados tantos sistemas en nuestro organismo, que tarde o temprano la cadena se romperá por el eslabón más débil, sea físico, emocional o mental, si no se regresa a la homeostasis.

Respuesta consciente

Este camino de reactividad genera más estrés, más sufrimiento, más dukkah. La ruta opuesta es la de la atención plena, mindfulness, que nos permite responder conscientemente en vez de reaccionar.

Pareciera que darse cuenta de todo lo que ocurre mientras ocurre nos genera un espacio en el cual vemos otras posibilidades y podemos actuar de forma más creativa.

Sati

Refiriéndonos nuevamente al marco conceptual budista, tal y como lo menciono en un artículo anterior, la palabra mindfulness es la traducción de la palabra sati que proviene de la lengua Pali de la India (en la que fueron escritos los discursos de Buda) y que tendría múltiples traducciones, pero el significado más apropiado sería: recordarse a uno mismo la experiencia con la que se está enfrentando en el momento presente.

Sati es parte de la Cuarta Noble Verdad: El camino de la liberación del sufrimiento o El noble óctuple sendero, que consiste en:

  1. La visión correcta
  2. La intención correcta
  3. El lenguaje correcto
  4. La acción correcta
  5. El medio de vida correcto
  6. El esfuerzo correcto
  7. La atención correcta (sati, mindfulness)
  8. La concentración correcta

La práctica de sati se detalla en el Satipatthana Sutta (“Los fundamentos de mindfulness”), uno de los discursos más importantes de Buda. Al inicio del texto señala su crucial importancia:

—Monjes, éste es el único camino para la purificación de los seres, para la liberación del pesar y las lamentaciones, para la eliminación del sufrimiento y de la aflicción, para alcanzar el recto sendero, para obtener el Nirvana; son en concreto los cuatro fundamentos de la atención. ¿Cuáles son estos cuatro fundamentos?

Aquí (en estas enseñanzas) un monje vive contemplando el cuerpo en el cuerpo, fervoroso, lúcido y atento, sin apegarse a la codicia ni a la aflicción mundanas; vive contemplando las sensaciones en las sensaciones, fervoroso, lúcido y atento, sin apegarse a la codicia ni a la aflicción mundanas; vive contemplando la mente en la mente, fervoroso, lúcido y atento, sin apegarse a la codicia ni a la aflicción mundanas; vive contemplando los objetos mentales en los objetos mentales, fervoroso, lúcido y atento, sin apegarse a la codicia ni a la aflicción mundanas. (Hanh, T. N., 2014)

Mindfulness contemporáneo

Tales siguen siendo las prácticas prevalecientes en el mindfulness contemporáneo como modelo de intervención psicoeducativa protocolizado:

  • Observación del cuerpo
  • Observación de las sensaciones (agradables, desagradables)
  • Observación de las emociones
  • Observación de los objetos mentales

Sus prácticas formales están basadas en las meditaciones milenarias vipassana (que significa “ver las cosas tal como son”) y que incluye la práctica de anapanasati o “atención plena en la respiración”. En la jerga de mindfulness se conocen como “escaneo corporal” y “respiración consciente”.

Además de incorporar otras muy diversas prácticas formales y también informales, que buscan llevar la atención plena a las actividades cotidianas para cada vez vivir con más consciencia.

Este entrenamiento nos permite desplegar recursos internos que son innatos y están siempre disponibles.

Cuando uso la palabra “mindfulness”, la estoy usando como sinónimo de “consciencia” o “consciencia pura” […] es la consciencia que surge de prestar atención de forma intencional a la experiencia tal y como es en el momento presente; sin juzgarla, sin evaluarla y sin reaccionar a ella. (Kabat-Zinn, 2017)

Respuesta al estrés mediada por mindfulness

A través de la práctica, desarrollamos una mayor sensibilidad en notar lo que está ocurriendo en las emociones, sensaciones corporales y pensamientos, muy en especial dando espacio a aquello que no es agradable, a través de la experiencia directa, sin sobreidentificarse y, por lo tanto, sin reaccionar.

Si conseguimos permanecer centrados en ese momento estresante y reconocer la causa del estrés en esa situación y nuestros impulsos sin reaccionar, como ya dijimos, habremos introducido ya una nueva dimensión en la situación, y no tendremos que suprimir nuestras ideas y sentimientos relacionados con el aumento de la excitación para evitar perder el control. De hecho, podemos permitirnos sentirnos amenazados o temerosos o enfadados o heridos y experimentar esa tensión en nuestro cuerpo en esos momentos. Al tener consciencia del presente, podemos reconocer con facilidad esas agitaciones como lo que son: ideas, sentimientos y sensaciones. (Kabat-Zinn, 2016)

La llamada “respuesta al estrés (o al sufrimiento, a dukkha) mediada por mindfulness”, no genera más estrés como sí lo hace la reacción en piloto automático. Al contrario, nos permite mantenernos centrados y ver otras posibilidades, otras estrategias para atender lo que está ocurriendo fuera y dentro de nosotros. Quizás no siempre, pero sí mucho más de lo que sería sin este entrenamiento.

Además, ayuda a calmar y regular nuestro psicorganismo, entendido como ese todo bio-psico-social y espiritual, comenzando desde la propia respiración.

Si podemos lograr llevar nuestra atención a la respiración, aunque no sea más que por un breve instante, tendremos el terreno abonado para afrontar ese momento y el siguiente con atención plena. En sí misma, la respiración nos relaja, en especial si hacemos una respiración abdominal. Es como una vieja amiga; nos fija y nos confiere estabilidad. Es como el pilar que sostiene el puente en la roca mientras el río fluye bajo él. O también puede recordamos que, a tres o siete metros por debajo de la agitada superficie del mar, existe la calma. (Kabat-Zinn, 2016)

Conclusión

La realidad de este instante es lo que es. No es ni lo que fue en el pasado, ni lo que podría ser en el futuro, ni lo que debería ser desde nuestros deseos. Y es perfecta siendo lo que es. No pocas veces nos provocará desagrado en muy diversas intensidades, pero lo que perpetúa el dolor natural de la vida en sufrimiento prolongado, es nuestra falta de aceptación a aquello que es.

Mindfulness es un camino, entre muchos otros, que nos permite abrazar la incertidumbre, la vulnerabilidad y la impermanencia. E incluso reconocer en este proceso, nuestra completud como hijos e hijas de la vida.

Fuentes

Hanh, T. N. (2014). El milagro de mindfulness: Una introducción a la práctica de la meditación. Grupo Planeta Spain.

Kabat-Zinn, J. (2016). Vivir con Plenitud Las Crisis: Cómo Utilizar la Sabiduría Del Cuerpo y de la Mente para Enfrentarnos Al Estrés, el Dolor y la Enfermedad. Editorial Kairos.

Kabat-Zinn, J. (2017). Too early to tell: the potential impact and challenges—ethical and otherwise—inherent in the mainstreaming of dharma in an increasingly dystopian world. Mindfulness, 8(5), 1125-1135.

Las cuatro nobles verdades. (2023, 17 diciembre). Paramita. https://www.paramita.org/las-cuatro-nobles-verdades/

Teasdale, J. D., & Chaskalson, M. (2011). How does mindfulness transform suffering? I: The Nature and Origins of Dukkha. Contemporary Buddhism, 12(1), 89-102. https://doi.org/10.1080/14639947.2011.564824

aalbanes
Instructor Calificado en MBSR (Reducción del Estrés Basado en Mindfulness), siguiendo los lineamientos de formación del Mindfulness Center de la Universidad de Brown y del Global Mindfulness Collaborative. Consultor en Mindfulness y Terapeuta Transpersonal por la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal (EDT) y la Universidad Europea Miguel de Cervantes. Psicoterapeuta Gestalt, por la Universidad Humaslow. Coach Especialista en Transformación y Coach de Vida/Life Coach, certificado por el International Coaching Group (ICG).
2 COMENTARIOS
  • Dolores Escorza
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    En lo personal, la práctica del mindfulness me ha ayudado mucho para bajar la ansiedad y

    1. Antonio Albanés
      Responder

      ¡Gracias por tu comentario, Dolores! Tu avance ha sido muy notorio. ¡Te mando un abrazo!

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