Procesos de Psicoterapia

Un proceso psicoterapéutico es un «acompañamiento del alma» para aquellas personas que requieren encontrar, dentro de sí mismas, recursos para afrontar situaciones que les generan insatisfacción, malestar o incluso sufrimiento intenso.

Este acompañamiento es también una facilitación experta para que la persona que asiste a terapia encuentre un espacio de escucha sin juicio, de completa seguridad y calidez, en el cual se permita indagar sobre si misma para descubrirse y entenderse. Un espacio en el que pueda, incluso, experimentar nuevas formas de sentir, pensar y actuar, actualizando así sus estrategias de vida para transitarla con mayor plenitud.

Integro diversos modelos en diferentes etapas del acompañamiento, según las necesidades de la persona. Explicados de forma muy simple, son los siguientes:

  • Terapia Gestalt, de corte humanista, busca reestablecer el contacto de la persona con su propia sabiduría y creatividad, para que reconozca y fluya con sus deseos y necesidades, recuperando el control de su propia vida. Esto se consigue tomando consciencia y responsabilizándose de aquello que está vivo en el momento presente, para entonces poder tomar decisiones y actuar con claridad. Esto incluye, a veces, cerrar experiencias del pasado que afectan la vida actualmente.
  • Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), forma parte de las llamadas Terapias de Tercera Generación y utiliza la atención plena (mindfulness) como parte estructural del protocolo. Su objetivo es crear una vida rica y significativa, que acepte el sufrimiento como parte inevitable de ella. Su meta, no es el control de los síntomas, ya que todo control de ellos produce un desorden clínico. Se enfoca en desarrollar la aceptación de las experiencias privadas indeseadas y comprometerse a actuar, haciendo de ello algo valioso.
  • Terapia Transpersonal, que significa “a través de lo personal”. Se trata de un camino de autodescubrimiento profundo, no sólo en relación a los aspectos superficiales de nuestra identidad personal, sino de “quién” o “qué” realmente somos a un nivel esencial. Durante el proceso se van atravesando capas superficiales de nuestra personalidad con las que solemos identificamos, para llevar consciencia a ellas: nuestra historia, roles, tendencias emocionales, creencias que hemos ido introyectando… hasta llegar a un núcleo esencial de paz, plenitud, claridad y bienestar, que es nuestra verdadera identidad. También se cultiva mindfulness como estado de presencia necesario para una reeducación emocional profunda.

Las sesiones tienen una duración aproximada de 1 hora y son de periodicidad semanal. La modalidad puede ser presencial o en línea, con igual efectividad.